domingo, 28 de septiembre de 2008

cashback_sean ellis

...algunas veces el amor está escondido entre los segundos de tu vida.



Una vez finalizada esta película sentí inmediatamente la necesidad de escribir sobre ella, pero es increíble esto de medir las cosas, caminando por calle Huérfanos, en medio de la primera reflexión una vez decantadas algunas emociones y cavilaciones, no sabía que nota ponerle. ¿Es buena? ¿Es mala? ... no lo sé. A mí me gustó.

Ben, un estudiante de artes en Londres, ha terminado muy mal con su novia... "no tuvo la oportunidad para hacerla feliz" - dice. Ella no entiende, no escucha y al poco tiempo empieza otra relación. Él no puede alejarla de su mente hasta al punto de la insomnia. Así, le restan 8 horas en su vida que no puede completar. Esto lo lleva a conseguir un trabajo nocturno en un supermercado. En él, no solo le toca lidiar con sus compañeros de trabajo, una serie de imbéciles, freak o ambos, y con Sharon, una cajera aparentemente simplona; sino que Ben comienza a aprender las técnicas para que el tiempo pase sin notarlo, sin embargo, su esencia de pintor lo conducen a lo contrario, a practicar el congelamiento del tiempo. Detener un segundo y con todo el tiempo que desee disfrutar la belleza femenina, admirarla y retratarla. Simultáneamente y de este mismo modo descubre la belleza escondida en Sharon, que a diferencia de su hermosa ex novia, la complementa sutilmente con una cándida esperanza basal aún presente pese a lo chato del trabajo y con el sueño mágico y profundo de conocer un mundo lejano y todo lo allí posible. Es ella la que con un beso rompe finalmente el hechizo del insomnio y con ello abre la posibilidad del amor escondido en un segundo del tiempo.

Una comedia dramática, con estética y música de videoclip, quizás con un exceso de recursos tipo flashback, congelamientos, cámaras lentas pero muy bien ejecutadas, con personajes estereotipados a propósito, un humor simpático aunque predecible, una historia de amor un tanto adolescente pero agradable, con una propuesta de guión que si bien se queda en ello también se queda dando vueltas, más que en la historia de Ben, en la propia. Hay una integración interesante de este guión posiblemente simple con ese anhelo que todos tenemos, ahí está el punto, no lo que se muestra sino la clave que activa en el espectador. Por un lado, lo rebosante de la belleza femenina, cuando se admira desde el detalle, la composición, como en una obra de arte (como me identifiqué con esto); y por otro, la posibilidad inesperada del amor, ese que viene y va cuando se le place. Mención especial merecen las imágenes maestras de rostros y cuerpos femeninos que, más que un deleite a la belleza humana, se alzan más arriba aún y rayan en lo divino. Probablemente lo único reprochable desde la potencialidad de esta película es la inverosímil benevolencia del destino. No es su foco, sí, pero los nudos de la vida no siempre se resuelven favorablemente, más bien es al contrario, sin embargo, imaginando, de manera fiel a la propuesta de Ellis, si quizás pudiéramos detenernos de segundo en segundo, congelar cada momento, podríamos apreciar las claves de ese destino esquivo y hacer definitivamente más bella la vida.

Esta película es una extensión del premiado cortometraje de igual nombre. El corto es espectacular, es el zumo de lo que aparece en la película. Para verlo les dejo el link http://video.google.com/videoplay?docid=8633322516676413709

Un 5,5 (escala de 1 a 7)

1 comentario:

Anónimo dijo...

que lindo lo que escribistes...
ufff precisamente en este momento como me gustaría poder congelar el tiempo